CONDROMALACIA ROTULIANA
La rotula es el hueso redondeado que tenemos justo delante de la rodilla. Esta unida a la articulación mediante una serie de tendones y ligamentos que facilitan que la rótula se deslice adecuadamente durante los movimientos de la rodilla. Tras un traumatismo, como consecuencia de una mala alineación de la rotula, o de esfuerzos repetidos, el cartílago situado debajo de este hueso puede dañarse pudiendo llegar a destruirse. A esta degeneración del cartílago es a lo que llamamos Condromalacia rotuliana o Síndrome de híper presión de la rotula.
Esta afección es frecuente en adolescentes, en adultos jóvenes, y más en mujeres (porque por su estructura anatómica son más sensibles a los desequilibrios rotulianos). También suele aparecer en personas mayores con artrosis de rodilla.
Los síntomas son dolor en la cara anterior de la rodilla, sobretodo tras permanecer un tiempo prolongado sentado o al subir o bajar escaleras y sensación de que la rotula “roza” al desplazarse sobre el fémur. También puede aparecer sensación de inestabilidad de la rodilla y atrofia (perdida de fuerza) del músculo Cuadriceps.
El tratamiento dependerá de la fase en la que se encuentre la condromalacia. Es la fase inicial, se recomienda reposo, la toma de medicamentos para el dolor y la inflamación y fisioterapia: aplicaremos frío, corrientes analgésicas, ultrasonidos, movilizaremos la articulación de la rodilla, trataremos las sobrecargas o contracturas musculares, estiramientos y colocaremos vendajes para alinear la rotula. Una vez ha pasado la fase aguda, se iniciara el trabajo muscular fortaleciendo sobretodo el músculo cuadriceps de forma progresiva con diferentes ejercicios que se adaptaran a cada paciente. Es imprescindible realizar también ejercicios de propiocepción.
En algunos casos, será necesario intervenir quirúrgicamente, “limpiando” la parte del cartílago mas dañada y/o corrigiendo la posición de la rotula. Tras la intervención también esta indicada la fisioterapia, para recuperar lo antes posible a funcionalidad de la rodilla.
Esta afección es frecuente en adolescentes, en adultos jóvenes, y más en mujeres (porque por su estructura anatómica son más sensibles a los desequilibrios rotulianos). También suele aparecer en personas mayores con artrosis de rodilla.
Los síntomas son dolor en la cara anterior de la rodilla, sobretodo tras permanecer un tiempo prolongado sentado o al subir o bajar escaleras y sensación de que la rotula “roza” al desplazarse sobre el fémur. También puede aparecer sensación de inestabilidad de la rodilla y atrofia (perdida de fuerza) del músculo Cuadriceps.
El tratamiento dependerá de la fase en la que se encuentre la condromalacia. Es la fase inicial, se recomienda reposo, la toma de medicamentos para el dolor y la inflamación y fisioterapia: aplicaremos frío, corrientes analgésicas, ultrasonidos, movilizaremos la articulación de la rodilla, trataremos las sobrecargas o contracturas musculares, estiramientos y colocaremos vendajes para alinear la rotula. Una vez ha pasado la fase aguda, se iniciara el trabajo muscular fortaleciendo sobretodo el músculo cuadriceps de forma progresiva con diferentes ejercicios que se adaptaran a cada paciente. Es imprescindible realizar también ejercicios de propiocepción.
En algunos casos, será necesario intervenir quirúrgicamente, “limpiando” la parte del cartílago mas dañada y/o corrigiendo la posición de la rotula. Tras la intervención también esta indicada la fisioterapia, para recuperar lo antes posible a funcionalidad de la rodilla.
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