PIEL Y FISIOTERAPIA

Continuando con el tema de la fisioterapia aplicada a la estética, hoy me gustaría hablar de la protagonista en esta disciplina. La piel es el mayor órgano del cuerpo, con una longitud de entre 1 metro y medio y 2 metros cuadrados. Esta formada por 3 capas (epidermis, dermis y subcutis) y tiene importantísimas funciones como la protección del organismo frente a agentes externos como las bacterias, hongos, radiaciones, la regulación de la temperatura, ejerce de aislante térmico y almacén energético (mediante la grasa acumulada en el subcutis) y es un elemento fundamental sensorial, ya que en ella se localizan los receptores encargados de trasmitir al cerebro la información referente al tacto, presión, vibración, temperatura, dolor...
La epidermis es la capa externa, y a su vez esta compuesta por varias capas. En la más profunda, se produce la regeneración al dividirse las células madre creando nuevas células que van ascendiendo hasta llegar a la superficie. En su paso por las diferentes capas, las células se van trasformando, pasando a ser mas planas y a estar mas unidas entre si, para formar en la capa cornea, que es la superficial, una autentica barrera, como una pared hecha con ladrillos (células) y cemento que protege al organismo y evita la deshidratación. Periódicamente, estas células, que podíamos decir que están ya “muertas”, se van desprendiendo (descamación). En esta superficie están presentes las terminaciones de los anejos cutáneos: pelo, uñas y glándulas sudoríparas y sebáceas. Existe una película llamada manto epicutaneo, formada mayoritariamente por agua, grasa y sudor que recubre esta capa mas superficial, siendo la responsable del ph y de las principales funciones de la piel, viéndose mas desprotegida cuando esta barrera se altera por alguna razón (estrés, agentes físicos como el frío o el sol, alimentación…). A esta capa van encaminados los tratamientos antienvejecimiento y las alteraciones del agua y el sebo (pieles secas, grasas, acneicas…).
La dermis, es la capa intermedia. En ella se encuentran los vasos sanguíneos que alimentan a la epidermis, las terminaciones nerviosas y los anejos cutáneos. Esta formada por colágeno y elastina principalmente que son fabricados por los fibroblastos, células a las que van dirigidas la mayor parte de las actuaciones en medicina estética para estimular su actividad y frenar el proceso de envejecimiento.
Por ultimo, tenemos el subcutis o hipodermis, formado mayoritariamente por adipositos, células formadas por grasa y encargadas del almacenamiento de energía y nutrientes, amortiguación frente a traumatismos y aislamiento térmico fundamentalmente. Hacia esta capa van encaminados todos los tratamientos anticelulíticos y reductores.

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