GONARTROSIS O ARTROSIS DE RODILA Y FISIOTERAPIA
La Gonartrosis, o artrosis de rodilla, es una de las
patologías reumáticas que más frecuentemente nos encontramos en la práctica
diaria de la fisioterapia. Suele afectar mas a mujeres que a hombres, a partir
de los 50 años, se presenta en una de las rodillas pero en muchas ocasiones
llega a afectar también a la otra. Puede tener un componente hereditario y/o
estar desencadenada por patologías
previas como fracturas de rodilla o de tibia, lesiones de los meniscos, lesiones
de la rótula o desviaciones de los ejes de los miembros inferiores, que hacen
que la carga sobre la articulación de la rodilla no sea homogénea, provocando
el desgaste mas acelerado de las superficies articulares. También puede estar
provocada por la aplicación repetida de cargas excesivas en la articulación,
como en determinadas posturas que se adoptan en la práctica deportiva o en la
actividad laboral.
La gonartrosis evoluciona
en tres fases: en la primera se trata de una degeneración incipiente, a menudo
asintomática, o que cursa con dolor intermitente, pero en la que ya es posible
apreciar la degeneración articular en la rotula y el fémur en una radiografía.
En la siguiente fase, el dolor se asocia a la actividad, al cargar sobre la
articulación (subir y bajar escaleras), puede aparecer inflamación en la
rodilla y va evolucionando lentamente, pudiendo ir deformándose la articulación
poco a poco (normalmente una desviación lateral), incapacitando cada vez un
poco mas al paciente. En la artrosis evolucionada, el dolor es mas persistente,
hay perdida de fuerza muscular, se presentan alteraciones de la marcha y
deformidad de la articulación, con inestabilidad e impotencia funcional, aunque
rara vez es total (el paciente puede seguir caminando, pero con gran dificultad
y dolor).
Los objetivos del
tratamiento de fisioterapia son disminuir el dolor, la inflamación, recuperar
la movilidad articular, la fuerza muscular y evitar cuando sea posible la evolución
de las deformidades. Para todo esto utilizaremos técnicas como termoterapia,
electroterapia analgésica, masajes circulatorios y descontracturantes de la
musculatura de alrededor de la rodilla (gemelos, cuadriceps, isquiotibiales),
movilizaciones de la articulación, ejercicios para tonificar la musculatura y reeducación
de la marcha.
Se recomienda al paciente
controlar el peso corporal y realizar ejercicio suave con frecuencia. La
actividad física acuática es muy beneficiosa en los pacientes con artrosis.
Para mas información podéis escribirme a rocio@kinesbel.com, o llamar o acudir a kinesbel. Os atenderé gustosamente.
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