lunes, 25 de febrero de 2013

ARTROSIS DE CADERA Y FISIOTERAPIA



La coxartrosis o artrosis de cadera es la afectación degenerativa de la articulación de la cadera, formada por la cabeza del fémur y el cotilo o acetábulo, cavidad redondeada del hueso coxal, así como de una serie de inserciones musculares, ligamentos y la cápsula que envuelven a los dos huesos y evitan que se separen.
         Puede aparecer de forma primitiva sobre una cadera normal o secundaria a malformaciones estructurales, (la mayoría presentes desde el nacimiento, o adquiridas), tras un traumatismo, infecciones u otras enfermedades metabólicas. Las primeras son de evolución lenta, apareciendo los primeros síntomas a partir de los 60 años, y las segundas suelen tener una evolución más rápida.
         La coxartrosis puede encontrarse en tres fases: incipiente, en las que hay poco dolor, a excepción de cuando se camina o se permanece de pie durante mucho tiempo; evolucionada, en las que el dolor ya es mas persistente y aparecen rigideces (restricción de algunos de los movimientos) y posiciones incorrectas; y final,  en las que el dolor es tan intenso que causa impotencia funcional (imposibilidad o mucha dificultad para caminar) y las posiciones incorrectas se han instaurado y no se pueden reducir.
         Los objetivos del tratamiento de fisioterapia son aliviar el dolor, retrasar el proceso, aliviar las contracturas y potenciar la musculatura de alrededor de la articulación, evitar las deformidades y reducir las existentes. Para ello, utilizaremos movilizaciones activas y pasivas, siempre fuera de las crisis dolorosas), masoterapia descontracturante, masaje circulatorio, calor, acupuntura, electroterapia antialgica, ejercicios para tonificar la musculatura y mantener la movilidad articular,  así como recomendaciones y educación sanitaria: reducir el peso corporal, utilizar elementos de descarga como bastones para la marcha, evitar las marchas prolongadas, los terrenos irregulares y las escaleras, realizar ejercicio regular de bajo impacto (muy recomendable la natación) y descansar tumbado bocabajo.
Cuando la artrosis se encuentra en su fase final, lo mas frecuente es la intervención quirúrgica para realizar un recambio articular, es decir, para poner una prótesis de cadera. En estos casos, la fisioterapia ayudará al paciente antes de la intervención para prepararse y después de la misma para recuperar cuanto antes la autonomía.



Para mas información podéis escribirme a rocio@kinesbel.com, o llamar  o acudir a kinesbel. Os atenderé gustosamente.
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domingo, 3 de febrero de 2013

GONARTROSIS O ARTROSIS DE RODILA Y FISIOTERAPIA

       La Gonartrosis, o artrosis de rodilla, es una de las patologías reumáticas que más frecuentemente nos encontramos en la práctica diaria de la fisioterapia. Suele afectar mas a mujeres que a hombres, a partir de los 50 años, se presenta en una de las rodillas pero en muchas ocasiones llega a afectar también a la otra. Puede tener un componente hereditario y/o estar desencadenada por          patologías previas como fracturas de rodilla o de tibia, lesiones de los meniscos, lesiones de la rótula o desviaciones de los ejes de los miembros inferiores, que hacen que la carga sobre la articulación de la rodilla no sea homogénea, provocando el desgaste mas acelerado de las superficies articulares. También puede estar provocada por la aplicación repetida de cargas excesivas en la articulación, como en determinadas posturas que se adoptan en la práctica deportiva o en la actividad laboral.

La gonartrosis evoluciona en tres fases: en la primera se trata de una degeneración incipiente, a menudo asintomática, o que cursa con dolor intermitente, pero en la que ya es posible apreciar la degeneración articular en la rotula y el fémur en una radiografía. En la siguiente fase, el dolor se asocia a la actividad, al cargar sobre la articulación (subir y bajar escaleras), puede aparecer inflamación en la rodilla y va evolucionando lentamente, pudiendo ir deformándose la articulación poco a poco (normalmente una desviación lateral), incapacitando cada vez un poco mas al paciente. En la artrosis evolucionada, el dolor es mas persistente, hay perdida de fuerza muscular, se presentan alteraciones de la marcha y deformidad de la articulación, con inestabilidad e impotencia funcional, aunque rara vez es total (el paciente puede seguir caminando, pero con gran dificultad y dolor).
Los objetivos del tratamiento de fisioterapia son disminuir el dolor, la inflamación, recuperar la movilidad articular, la fuerza muscular y evitar cuando sea posible la evolución de las deformidades. Para todo esto utilizaremos técnicas como termoterapia, electroterapia analgésica, masajes circulatorios y descontracturantes de la musculatura de alrededor de la rodilla (gemelos, cuadriceps, isquiotibiales), movilizaciones de la articulación, ejercicios para tonificar la musculatura y reeducación de la marcha.
Se recomienda al paciente controlar el peso corporal y realizar ejercicio suave con frecuencia. La actividad física acuática es muy beneficiosa en los pacientes con artrosis.



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