domingo, 15 de mayo de 2011

PUBALGIA DEL DEPORTISTA Y FISIOTERAPIA

La pubalgia u Osteopatía de pubis es una afección muy frecuente en al ámbito de determinados deportes, futbolistas, esgrimistas, saltadores de vallas y patinadores entre otros, son los atletas más predispuestos a padecerla.
La causa más frecuente es el trabajo excesivo y continuado de la musculatura aductora (aproximadora de la cadera). Estos músculos, junto con abdominales, se insertan en la sínfisis púbica traccionando continuamente de esta articulación en sentidos contrarios. A menudo el desequilibrio muscular entre estos dos grupos de músculos es el que provoca la temida lesión.
Se presenta con un dolor en la zona pélvica, alrededor de la sínfisis del pubis y que puede irradiarse hacia la parte inferior del abdomen (pubalgia baja) y/o hacia la ingle (pubalgia baja). Provoca impotencia funcional y aleja al deportista de la práctica durante varias semanas.
Es importante un entrenamiento adecuado para prevenirla, tonificando y flexibilizando ambos grupos musculares así como la musculatura de la parte posterior del muslo, para tener un adecuado equilibrio muscular.
Una vez aparecida la lesión, lo mejor es retirarse de la práctica deportiva hasta que se cure definitivamente, pues es una afección que suele aparecer de nuevo cuando el tratamiento no ha sido el adecuado y a veces el deportista termina pasando por quirófano para resolverla.
El tratamiento de la pubalgia consiste además del tratamiento farmacológico prescrito por el médico en tratamiento fisioterapéutico.
Utilizaremos electroterapia analgésica, Ultrasonidos, movilizaciones y manipulaciones de pelvis y miembros inferiores, masoterapia, estiramientos musculares globales y trabajo muscular activo de aductores (aproximadores de la cadera), abductores (separadores) y abdominales.
El deportista, tras la lesión realizara una vuelta al entrenamiento en la que irá aumentando el trabajo de los grupos musculares afectados progresivamente.

BRONQUIOLITIS PEDIATRICA Y FISIOTERAPIA

El otro día, una amiga me comento lo preocupada que estaba porque su hija de casi 3 años había pasado un invierno terrible por culpa de las “bronquitis”. Me dijo que había oído que existían unos “masajes para expulsar los mocos” y estaba segura de que eso podría ayudar a su hija. Después de la conversación, caí en la cuenta de la cantidad de niños pequeños que tienen estas infecciones y lo mal que lo pasan ellos y sus padres.
Cuando un bebe llega al mundo, su aparato respiratorio no esta totalmente desarrollado y es por este motivo por el que las infecciones de las vías respiratorias causan tantos estragos en la población infantil de 0 a 3 años. Es muy importante el tratamiento adecuado de estas infecciones, porque pueden causar lesiones permanentes e impedir el correcto desarrollo del aparato respiratorio del niño.
Los síntomas de la bronquiolitis son fiebre tras la infección, tos, falta de apetito, nauseas, dificultad para respirar y presencia de ruidos respiratorios en la auscultación.
El virus provoca una serie de lesiones en los tejidos respiratorios, impidiendo el correcto funcionamiento, es decir, impide que se realice el intercambio gaseoso adecuadamente y el movimiento normal de las mucosidades. Se produce inflamación de los bronquiolos, aparecen tapones de moco y las glándulas productoras de moco se irritan y producen mayor cantidad de mucosidad. Este acumulo de moco y la dificultad de los niños para expulsarlos pueden llevar a nuevas infecciones.
Aquí es donde la fisioterapia respiratoria tiene que empezar, tras la fase aguda de la infección para limpiar las vías respiratorias y favorecer la cicatrización de los tejidos dañados por la infección.
Las técnicas mas utilizadas en los niños son las movilizaciones pasivas del tórax y el abdomen para trasladar la mucosidad desde las vías inferiores a las superiores, estimulando después la tos para poder expulsarlas, el drenaje postural, que consiste en colocar al niño en una postura determinada según la parte del aparato respiratorio que queramos limpiar, las percusiones y vibraciones para ayudar a despegar la mucosidad, así como la oxigenoterapia, que consiste en la aplicación de oxigeno mediante sondas o mascaras de oxigeno. Según la edad del niño, adaptaremos las técnicas pues cuanto mayor sean, mejor podrán colaborar ayudando a expulsar la mucosidad. Cuanto mas limpias estén las vías, más efecto hará también la medicación prescrita al niño, ya que llegara con mayor facilidad a donde es necesaria.

FISIOTERAPIA Y TAI CHI

La practica de ejercicio físico regular es una de las indicaciones que cada día los profesionales sanitarios hacemos a los pacientes. A veces dar con el deporte adecuado no es fácil, por cuestiones de edad, capacidad física, estado de salud o gustos personales. El Tai Chi es uno de los métodos que mejor puede adaptarse, pudiendo ser practicado de manera universal por cualquier persona, independientemente de su edad o estado físico general.
El Tai Chi es un arte marcial milenario, utilizado en China e instalado en Occidente desde hace décadas con cada vez más seguidores.
Hay varias escuelas pero la más conocida es la del Tai Chi Chuan, que se caracteriza por la ejecución de una serie de posturas y movimientos circulares y armónicos coordinados con la respiración, con el objetivo de unir cuerpo y mente, equilibrando la energía y consiguiendo un bienestar a nivel físico y mental.
Se ejercita todo el cuerpo, con la columna bien alineada se realizan movimientos continuos y fluidos de brazos y piernas que se coordinan con la respiración y se requiere una gran concentración en la ejecución de los movimientos y en la respiración profunda. Se dice que se necesita una “mente tranquila y cuerpo relajado”.
Los efectos que el Tai Chi tiene en nuestro organismo son variados: mejora la movilidad de las articulaciones, el estado de los músculos aumentando su fuerza y flexibilidad, mejora las capacidades respiratorias y cardiovasculares, mejora la coordinación y el equilibrio, así como la concentración y produce un efecto relajante con el consiguiente bienestar físico y mental.
Por todo esto, la práctica del Tai Chi es muy recomendable para personas que estén rehabilitándose de alguna lesión, para personas mayores con o sin dolencias crónicas e incluso para niños con problemas de excitabilidad o hiperactividad.
Se recomienda practicarlo de dos a tres veces a la semana, en sesiones de aproximadamente una hora.

FIBROSIS QUISTICA

La Fibrosis Quística es una enfermedad crónica, hereditaria y degenerativa que afecta a los tejidos encargados de producir secreciones, de forma que estas se hacen cada vez mas espesas y acaban obstruyendo los conductos por los que tienen que circular y provocando infecciones e incluso destrucción de los tejidos. Los mas afectados son los pulmones, el hígado el sistema digestivo y los órganos reproductores.
Es una enfermedad grave que actualmente no tiene curación, pero debido al diagnostico precoz, a los avances médicos y la investigación, la esperanza de vida de estas personas ha aumentado considerablemente.
El tratamiento de esta enfermedad tiene tres pilares: una alimentación adecuada, con suplementos nutricionales y todo lo necesario para conseguir un correcto desarrollo y crecimiento, el tratamiento farmacológico (aerosoles, fármacos para disminuir la densidad de las secreciones y antibióticos), la fisioterapia y la practica de ejercicio físico adaptado de forma regular.
El tratamiento fisioterapéutico debe comenzar inmediatamente después del diagnostico, pues es una disciplina que va a acompañar al paciente durante toda su vida, y es importante que sea asimilada cuanto antes. En los primeros años de vida, el fisioterapeuta enseñara a los padres a realizar los ejercicios con su hijo supervisados periódicamente. A partir de los 8 años aproximadamente, el trabajo se hace ya con el paciente hasta que aprende a realizarlo por si solo, aunque seguirá siendo supervisado con cierta frecuencia.
Este tratamiento esta centrado en la fisioterapia respiratoria, mediante ejercicios respiratorios y posturas que ayuden a mantener y/o mejorar la capacidad respiratoria, favoreciendo la movilización de las secreciones respiratorias y su expulsión para mantener lo mas limpias posible la vías respiratorias y evitar infecciones. También evitaremos deformidades en la caja torácica y fomentaremos la actividad física.

¡¡¡QUIERO QUE ME CRUJAN!!!

De vez en cuando me encuentro con pacientes que me piden que les “cruja” la espalda, que les gusta mucho y que sienten mucho alivio. Hoy me gustaría entrar un poco en este tema, explicando brevemente en qué consisten la Osteopatía y la Quiropraxia.
En España, la titulación de Quiropráctico no esta regulada, normalmente los quiroprácticos que ejercen aquí son licenciados de otras universidades europeas donde si existe tal disciplina.
Los osteópatas titulados oficialmente son fisioterapeutas que han realizado unos estudios tipo master, que van de 2 a 5 años de formación, según las diferentes escuelas.
En ambos casos, es muy importante asegurarse de la formación de la persona que nos va a tratar con estas técnicas, porque existen muchos intrusos que pueden causarnos graves lesiones.
La Quiropraxia se centra en tratar diferentes dolencias a través de la manipulación o corrección de las estructuras de la columna vertebral.
El planteamiento de la Osteopatía es más global. Es una técnica terapéutica que busca la restauración de la salud a través de la corrección o normalización de las diferentes partes del cuerpo, tanto articulaciones, músculos, vasos sanguíneos, nervios o vísceras. Ayuda al propio organismo a recuperar la salud a través de estímulos manuales de diversa índole, que van desde los famosos “crujidos” hasta estiramientos musculares o movilizaciones articulares.
Las técnicas osteopáticas se clasifican en tres grupos, dependiendo del tejido sobre el que actúe. Así tenemos la Osteopatía Estructural, donde se interviene sobre el sistema músculo esquelético, la Osteopatía visceral, donde se interviene en los tejidos que actúan sobre las Vísceras (ligamentos viscerales, nervios, arterias, fascias) y la Osteopatía Craneal y La Terapia Cráneo-Sacra, donde a través de las técnicas manuales se incide sobre los huesos del cráneo, las meninges y sobre la circulación del liquido céfalo raquídeo.
Como podéis leer, la Osteopatía es mucho más que crujir huesos y requiere un conocimiento minucioso de la anatomía y la fisiología del cuerpo humano.