lunes, 24 de noviembre de 2008

EL FISIO LLAMA A TU PUERTA

Hoy en día puedes comprar de todo sin salir de casa, te llevan la compra a tu puerta y si quieres te montan o desmontan cualquier cosa. Basta un teléfono ó un ordenador conectado a Internet y el mundo entero está a tu disposición. Los fisioterapeutas no vamos a ser menos y la atención a domicilio de los pacientes es otra de nuestras tareas.

Puedes recibir en tu propia casa un excelente masaje, estiramientos, ponerte acupuntura, etc. por el mero placer de estar acomodado y no querer desplazarse a ningún sitio. Sin embargo, lo más frecuente es que haya una necesidad, es decir que a la persona le sea imposible o muy dificultoso acudir a un centro de fisioterapia. Es entonces cuando el fisio se desplaza.

 Es muy interesante tras una intervención quirúrgica, cuando el paciente recibe el alta hospitalaria y debe comenzar de inmediato la rehabilitación. En ocasiones la persona no se encuentra capaz de acudir a ningún centro, por lo que lo idóneo es realizar la rehabilitación en casa hasta que pueda salir.

Otro de los casos más frecuentes es el de los pacientes encamados, normalmente con daño neurológico, entonces el fisio tratará de evitar las consecuencias del encamamiento, tales como rigidez articular y muscular (a las que seguirán deformidades si no se actúa a tiempo), evitará las úlceras por decúbito, es decir, aquellas heridas en las que los tejidos se necrosan, mueren y no pueden cicatrizar. Normalmente se localizan en las zonas que soportan más presión, (talones, zona sacra, trocánteres, etc.). Para todo esto el fisio se encargará de movilizar los miembros del paciente, lo sentará, pondrá de pie si es posible y enseñará a los familiares los cuidados para evitar las deformidades y las úlceras, la forma más correcta de trasladarlo ó movilizarlo, etc.

En otras ocasiones, llevamos a cabo una especie de taller  de movilidad a domicilio con personas mayores que no salen mucho de casa y realizan una serie de ejercicios, controlados por el fisio para mantener las capacidades cardiovasculares y la movilidad. Movimientos de brazos y piernas, del tronco y ejercicios de marcha son los más indicados en estos casos y se pueden hacer de 2 a 3 veces por semana.

Recuerda, el fisio llamará a tu puerta todas las veces que haga falta.

        

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