martes, 23 de marzo de 2010

ESPONDILITIS ANQUILOSANTE Y FISIOTERAPIA

En mis años de estudiante, en una de nuestras prácticas en hospitales, de hidroterapia concretamente, todavía recuerdo el caso de un paciente, de unos 50 años, que estaba rígido completamente y apenas podía realizar movimientos de tronco. Este paciente sufre Espondilitis anquilosante, una artropatía inflamatoria que suele comenzar en la pelvis y sigue afectando a la columna vertebral, pudiendo llegar a ocasionar rigidez (columna en caña de bambú) y deformidades muy invalidantes. Es mas frecuente en el hombre joven y se asocia a una predisposición hereditaria, aunque la causa se desconoce. Rara vez llega a la fase más evolucionada e invalidante, ya que una acción terapéutica precoz con tratamiento médico y fisioterápico limita de forma considerable la evolución de la enfermedad.
Nuestros objetivos serán aliviar e dolor en los periodos inflamatorios, conservar la movilidad, evitar la anquilosis de la columna, corregir las deformidades en los primeros estadios, mantener la movilidad del tórax y la capacidad funcional respiratoria y evitar la perdida de fuerza muscular.
Se recomienda no permanecer demasiado tiempo en la misma postura, evitar coger peso, el frío, la humedad, fumar y el estrés. Es muy beneficioso realizar alguna actividad deportiva, marcha, golf, tenis y sobretodo natación de espalda. Además es muy importante realizar cada día una serie de ejercicios para mantener la movilidad de los hombros, el cuello, la zona lumbar, las caderas y de la musculatura respiratoria.
Según la fase evolutiva en que se encuentre, la fisioterapia se irá adecuando a la sintomatología, insistiendo en las fases iniciales en la prevención de deformidades mediante ergonomía en casa y en el trabajo así como ejercicios flexibilizantes y relajantes. En las fases más avanzadas, donde la rigidez va aumentando, se realizan controles mas frecuentes y se añaden al tratamiento anterior fisioterapia respiratoria y ejercicios cada vez más personalizados de flexibilidad y potenciación muscular. Durante las crisis inflamatorias, se suspenden todo tipo de ejercicios y el paciente realizara un reposo absoluto con corrección postural. Utilizaremos electroterapia y crioterapia para el dolor, ejercicios respiratorios y a medida que la inflamación va remitiendo se reiniciarán las movilizaciones poco a poco.

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